El transporte de mercancías supone uno de los valores más susceptibles para los empresarios, ya que algunos de los aspectos que influyen en el costo logístico son el almacenamiento y transporte de productos, pago del personal operativo, gestión de inventario, entre otros.
En ese sentido, el precio del flete al momento de la compraventa de mercancías puede influenciar fuertemente en los costos finales a los consumidores, ya que los costos logísticos indudablemente aumentan. Lamentablemente, desde finales del 2020, el precio de los fletes se encuentra en constante aumento, perjudicando las proyecciones de costos que las empresas se han trazado para afrontar sus planificaciones anuales.
Ante el panorama sanitario por covid-19 y todas las consecuencias socioeconómicas que este conlleva, expertos sostienen que esta situación volátil se extenderá de manera global hasta finales de este 2022. Cabe indicar que una de las rutas más afectadas ha sido Asia-América es la más resaltante en esta tendencia alcista. De hecho, los fletes desde China a las costas de Sudamérica se incrementaron en 443% a inicios del año pasado.
Ello porque, por las restricciones para contener el avance de la pandemia y los rebrotes de nuevas variantes como la Delta y Ómicron, la oferta en la capacidad de transporte marítimo no fue suficiente para satisfacer la creciente demanda a nivel mundial. Indudablemente, esto derivó en una escasez de contenedores, retrasos en los envíos de mercancías y su llegada a los puertos de destino.
No obstante, a pesar de estas perturbaciones, el comercio mundial cerró aproximadamente en US$28 billones el 2021, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, lo que supone un aumento del 23% en comparación con 2020.
Ahora bien, Edgar Patiño, presidente del directorio de la Autoridad Portuaria Nacional (APN), sostiene que la poca capacidad de buques y alta demanda de contenedores a nivel internacional podría ser una problemática que dure los siguientes dos años. Para ello, recomienda que los importadores y exportadores se unan para generar “una masa crítica de envíos” que sea atractiva a las líneas navieras para llegar a los diferentes puertos regionales del país y que estos no solo se concentren en el puerto del Callao.
Además, Patiño agregó que es importante que los importadores puedan diversificar sus cargas y no solo traerlas desde China, sino también de países como Panamá o de la misma región para que los puertos regionales tengan carga de ingreso y salida y que las navieras no lleguen vacías de estos puntos.